Y ahora La carnicería

   Cuando terminé la pescadería pensé hacer otra escena igual pero en carnicería. Y pensando en carne y embutidos lo primero que se me vino a la mente fue "El cochinillo de los granaínos".

   Todo el que sea de mi pueblo sabe que hay algo que vuelve todos los años como el Belén en Navidad.
   El cochinillo sale al escaparate de una tienda, "Los granadinos".

   Cuando era pequeña lo recuerdo en el primer emplazamiento de la tienda ( al menos que yo sepa) y allí me llevaba mi madre con mi bufanda y mis guantes y me dejaba mirar mientras ella compraba. Era y es una tienda con encanto, de esas que tienen de todo, desde una orza de barro, que compré el otro día, a una escoba o especias al peso.
   El olor a canela mezclado con la pimienta  o los cominos hacían que supieras que estabas en un sitio especial. Pero a mi me gustaba soltarme de la mano de mi madre  y salir a ver el escaparate.
   Allí entre asustada y fascinada miraba el famoso cochinillo que salía por época de matanzas, rodeado de aliños para chorizos y morcillas. Desde mi pequeña estatura miraba hacia arriba y de reojo veía el cuchillo que le colocaban en el pecho, tan brillante y tan terrible que era lo primero que veías al mirar al cochinillo. Sin embargo lo miro ahora y no tiene nada de terrorífico, es más, me produce mucha ternura.
   Creo que esa imagen está en la retina de todos los niños del pueblo.
  Ahora se han jubilado los dueños y la tienda ya es muy pequeña pero sigue existiendo, la lleva Pepe que es el único de los hijos que ha querido seguir con el negocio y que es una persona entrañable y cariñosa.
   El famoso cochinillo está ya muy deteriorado y Pepe no lo sacaba, pero por aclamación popular el icono en el que se ha convertido para muchos tenía que salir del olvido y aunque sea uno días  vuelve a sacarlo por época de matanzas. Creo que en un principio en la mano llevaba el paquete de aliños que promocionaba. Un día que vaya le preguntaré a Pepe si se acuerda que marca era.

Así que en mi carnicería no podía faltar una réplica mini del cochinillo. Me acordé que mi hermano le pidió un día que lo sacara para echarle una foto, así que se la pedí y busqué más, pero sólo encontré esa.
Fimo y osadía y ha salido esto.

  Este año prometo hacerle yo misma las fotos en cuanto vuelva al escaparate.

El original.